Supercompensación

Aunque la comprensión fisiológica de la adaptación al ejercicio es tremendamente compleja y ha avanzado de manera notable gracias al uso de la tecnología y el desarrollo científico, Hans Seyle en 1950 fue el primero en esbozar el comportamiento del organismo frente al estrés en cualquiera de sus formas, incluido el ejercicio. Él hablaba del Síndrome de Adaptación General y distinguía tres fases muy claras cuando se desequilibraba la homeostasis del organismo a través de un agente disruptivo. Estas fases, dentro del campo deportivo, se podrían relatar de la siguiente forma:

 

  • Fase de alarma: cuando un deportista entrena, genera una respuesta estresante con una concomitante reducción del rendimiento resultado de la fatiga acumulada. Por ejemplo, aparecen las temidas agujetas y se vacían los depósitos energéticos. Esa disminución momentánea del rendimiento, se conoce como functional overraching.
  • Fase de resistencia: una vez provocado el estímulo, vendrá la respuesta adaptativa. Es decir, el cuerpo se empieza a acostumbrar e inicia toda la maquinaria reparadora.
  • Supercompensación-agotamiento: una vez recuperado, el organismo vuelve al nivel. No obstante, no se queda ahí. Para evitar una nueva amenaza, se prepara mejor. Es decir, se adapta o super-compensa.

Definitivamente, la superocompensación es la mejora de cualquier variable por encima de su estado incial. 

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