HIPERTROFIA SARCOMÉRICA Y SARCOPLÁSMICA.

En una fibra muscular,
dispuestas en paralelo, hay miles de miofibrillas, que son los elementos que le
permiten contraerse. Las miofibrillas se componen básicamente de dos proteínas,
actina
y miosina,
denominadas miofilamentos.
Estos filamentos se organizan en sarcómeros que son la unidad funcional y contráctil
del musculo esquelético. Rodeando cada fibra muscular están el endomisio,
que separa las fibras entre sí, y el sarcolema, una fina membrana plasmática. Este entre
otras funciones sirve también para aislar unas fibras de otras, serían algo así
como la goma que recubre un cable. Los espacios dentro de la fibra muscular
contienen sarcoplasma,
un líquido  que contienes grasas,
glucógeno, enzimas, núcleos, mitocondrias y otros órganos celulares. Aquí es
donde se mete el glucógeno que después serivirá de combustible y la mioglobina
que transportará el oxígeno. Pues bien, la
mayoría de la hipetrofia producida por el clásico entrenamiento de fuerza
resulta en un incremento de los sarcómeros y miofibrillas.

Cuando un músculo es
sometido a un estímulo mecánico con
sobrecarga, a un entrenamiento de pesas ej, este causa perturbaciones en las
miofibrillas y la matriz extracelular. Esto desencadena una serie de eventos
que llevan a un incremento en la talla y cantidad de las proteínas
miofibrilares contráctiles, actina y miosina, y en el número total de
sarcómeros en paralelo. Esto a su vez aumenta el diámetro de las fibras
individuales y en consecuencia produce un incremento del área de sección
transversal, en definitiva, el músculo aumenta su tamaño. Esto es lo que se
conoce como hipertrofia
sarcomérica
, y es la llamada “hipertrofia
funcional”
, el músculo se hace más
fuerte y grande pero no aumenta desmesuradamente su volumen
. Esta ocurre
cuando el músculo es forzado a adaptar una nueva longitud. Así pues el entrenamiento excéntrico conduce a una mejora
de los sarcómeros en serie
, mientras que el entrenamiento concéntrico
aislado produce lo contrario.

La hipertrofia sarcoplásmica, o “no funcionalestá determinada por elementos no contráctiles y fluidos y puede
producir un aumento mayor de volumen con el correspondiente incremento de
fuerza
. Se piensa que esto puede ser entrenado específicamente basándose en
los estudios con culturistas y powerlifters. Los culturistas tienden a mostrar
más tejido fibroso conectivo en el endomisio y más contenido de glucógeno,
principalmente por las diferencias en su entrenamiento. esta hipertrofia se
describe como no funcional, aunque es posible que las adaptaciones producidas
medien en el posterior incremento de síntesis de proteínas que conlleva también
un crecimiento de los elementos contráctiles.
Así
pues, como conclusión podría decir que no hay hipertrofia no funcional, pues no
es posible al 100% la una sin la otra. La hay más o menos funcional en cuanto a
tu objetivo.
Hay que claro para qué se entrena y
cuáles son tus necesidades. Aún así si eres deportista y te interesa mejorar tu
fuerza y controlar tu peso intenta desarrollar una hipertrofia sarcomérica, si
el objetivo es estético quizá te interese más la sarcoplasmática. En el equilibrio está la clave.
Earle, R. Baechle, T.
(2004). Manual NSCA: fundamentos del
entrenamiento personal
. Paidotribo: Barcelona.
Schoenfeld, B. (2010). The mechanims of muscle
hypertrophy and their application to resistance training. Journal of Strength and Conditioning Research. 24;10. Pp. 2857.

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