Obesidad Infantil, Valores de Referencia y Consecuencias

    La obesidad infantil es uno de los
principales problemas a los que nos enfrentamos si atendemos a los datos
facilitados por el Ministerio de Sanidad en nuestro país publicado en  la Encuesta Nacional de Salud de 2011/2012. Estos datos han sido ratificado por el
Pleno del Consejo Interterritorial celebrado el 26 de marzo de 2015
. Podemos
observar que el sobrepeso tiene una prevalencia deL 18.3% en niños con edades comprendidas entre los 2 y los 17 años y  que la obesidad la tiene de 9.6%. A
continuación os mostramos los datos por provincias en las tablas 1 y 2.
Tabla 1. Prevalencia de sobrepeso en menores.
Tabla 2. Prevalencia de Obesidad en menores.
Fuente de las Tablas 1 y 2;
Evaluación y seguimiento de la estrategia NAOS: conjunto mínimo de indicadores.
Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición. Ministerio de Sanidad,
Servicios Sociales e Igualdad. Madrid, 2013.
http://www.observatorio.naos.aesan.msssi.gob.es/web/indicadores/indicadores.shtml
     Una vez
que hemos entramos en materia, y somos consciente de las dimensiones de esta
problemática infantil, queremos aprovechar el presente artículo para daros a
conocer las principales forma de medir la obesidad en niños; algunas
consecuencias que tiene esta patología y mostraros una propuesta que
consideramos muy interesante en relación al ámbito en el cual trabajamos, es
decir la actividad física.
      Para determinar los niveles de
sobrepeso y obesidad, solemos recurrir al cálculo del IMC (ecución 1). Estas siglas que nos
indican el índice de masa corporal, o en inglés BMI (body mass index). Para
calcular este índice necesitamos la masa, en kg, y la altura del sujeto en
metros, para obtener este parámetro realizaremos el siguiente cálculo.
Ecuación 1, IMC



        Los valores que vamos a emplear de
referencia son los obtenidos por La Sociedad Española para el Estudio de la
Obesidad (SEEDO). Consenso Español 1995
para la evaluación de la obesidad y para la realización de estudios
epidemiológicos.
Med Clin (Barc). 1996; 107:782-7. Debemos remarcar que no hemos podido consultar dicho artículo, ya
que no tenemos acceso al mismo, pero estos datos son remitidos desde el
artículo de Zurita et al (1).
Tabla 3: Distribución numérica del Índice de masa corporal en función del grado de obesidad para los distintos grupos de edad.
    Otro valor  que podemos tener de referencia son las
tablas que nos facilita la Organización mundial de la Salud (cuyo acrónimo es
OMS). Estas se pueden encontrar en internet fácilmente, pero la comparación es
algo más tediosa ya que debemos ver en qué percentil se encuentran los niños.
     El IMC es la principal medida que
empleamos a la hora de determinar si existe sobrepeso u obesidad en la
población, pero no permite determinar la localización de la grasa a nivel
corporal. Es por ello que para estimar la adiposidad en niños no es el mejor
indicador, para ello se recurre a medidas utilizadas para localizar la
adiposidad central como es la circunferencia de la cintura (2).
    La última medida que vamos a ver surge de la combinación de ambos, obteniendo el Índice cintura/talla (ICT) (ecuación 2). Este se plantea como un indicador no solo de la obesidad infantil, sino
de la acumulación de tejido adiposo en la zona central. Por lo tanto, si
dividimos la circunferencia de la cintura entre la altura (ambos en centímetros) y obtenemos un valor superior a 0.5, se determina la existencia de obesidad
central (3). Es importante destacar
que el ICT no varía entre los 6 y 14 años (4), lo que nos permite
poder comprobar si se producen cambios en la acumulación de tejido adiposo en
la zona central.
Ecuación 2. ICT

  



      Si nos paramos a analizar las
consecuencias de la obesidad infantil para el niño, destacamos este esquema de Shultz, Anner & Hills (5) (figura 1):
Figura 1: Implicación de la
obesidad pediátrica en el sistema musculo-esquelético y en la actividad Física
(Shultz, 2009)(5).
     En el podemos observar que la
obesidad infantil se correlaciona con cambios en la función biomecánica, con un
incremento en la prevalencia de la mala alineación musculoesquelética (6), y un incremento en el
dolor musculoesquelético reportado por esta población. Por otro lado, las flechas
con rayas indican asociaciones que deben ser estudiadas. Por último debemos
destacar que el descenso de la actividad física favorece el
aumento del peso, y este provoca un descenso en la calidad de vida del niño.
       Las consecuencias de este problema
van más allá del aspecto puramente metabólico. Si reflexionamos sobre el
momento que vive el niño entorno a la pubertad, veremos que muchos de los
procesos de maduración se producen en esta época de la vida, por lo que cargar
con una masa extra a lo largo de ella puede tener efectos tanto a nivel
psicológico como físico. En relación al componente físico, nos gustaría citar
los datos obtenidos por el estudios llevado a 
cabo por Batistão Et al (7) Posture and
musculoskeletal pain in eutrophic, overweighed, and obese students. A
cross-sectional study.
Este estudio analizó la postura estática de niños entre 11.1 años ±2.3 de media con sobrepeso/obesidad
respecto a niños con normopeso, hallando que los primeros muestran diferencias
significativas en  sus ángulos de genu
valgum (valgo de rodilla), mayor incidencia de hipercifosis torácica e hiperlordosis
lumbar. El desarrollo de estas desalineaciones a edades tempranas no es un buen
augurio para nadie.
       En relación al genu valgum, Souza et
al (8) va un paso más allá, y
tras analizar una muestra de 1,141 niños con edades entre los 6 y los 18 años,
obtuvo una correlación entre la incidencia de genu valgum y la obesidad.
      Ahora bien, ¿Que podemos hacer en
este caso y teniendo presente que esta problemática desgraciadamente está cada vez más extendida? 

     Consideramos interesante no solo apostar por seguir
un plan de entrenamiento, sino por cambiar hábitos de vida.
Dentro de la literatura que hemos revisado, queremos remarcar la propuesta
planteado por el Gobierno
de Navarra
, diseñando una pirámide de actividad física para niños y
niñas que podéis ver a continuación.

Figura 3: Pirámide Actividad Física. Fuente: Gobierno de
Navarra.
       Si tus familiares sufren de obesidad
infantil, o conoces a padres con niños con este problema, coméntale esta
información. Este es un problema que no solo afecta al futuro de los niños sino que merma considerablemente la calidad de vida actual de cada uno de ellos. Ponerle
solución es cuestión de todos.
Referencias bibliográficas:

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