¿Por qué es tan difícil eliminar la grasa de la zona abdominal, los glúteos y los muslos?

Es frecuente escuchar a chicas que siguen un
programa de ejercicio adecuado y contralado que han notado sus efectos
beneficios; tienen más fuerza y han mejorado su composición corporal.  No obstante, en las zonas que más suelen
preocupar estéticamente como son los glúteos y los muslos y de donde la gran
mayoría quieren eliminar la grasa sobrante, los resultados no están a la altura
de sus expectativas.  En los hombres esto
suele pasar con la grasa abdominal. Pues bien, esto tiene una explicación que
paso a contaros:
El
metabolismo de las grasas está regulado por las catecolaminas. Durante el
ejercicio se liberan catecolaminas que movilizan las reservas energéticas de
glucógeno y grasas. Los receptores adrenérgicos (receptores de las
catecolaminas) del tejido graso pueden ser de dos tipos: o antilipolítocos
(alfa-2) o prolipolíticos (beta-3). Dependiendo que la célula gras tenga más
receptores de uno que de otro, su respuesta será diferente frente al mismo
estímulo.  Por ejemplo, los adipocitos
que forman la grasa visceral, tienen una relación más o menos 1/1 de receptores
antilipolíticos/ receptores lipolíticos; a nivel abdominal, la relación de dichos
receptores es más o menos de 2 a 4 (predomina el efecto antilipolítico); y en
los adipocitos de la zona perifemoral la relación puede llegar a ser mayor de 6
(efecto marcadamente antilipolítico).
Todo esto quiere
decir que dependiendo de la zona en la que se encuentre la grasa mostrará mayor
o menor resistencia a ser oxidada, y en este caso en las zonas “conflictivas” la
resistencia es mayor, de ahí,  que sea
más difícil de eliminar.
Aún así esto no
quiere decir que no se pueda eliminar, no hay que obsesionarse.  Puede sonar a tópico pero es lo que hay;
trabajar duro, comer bien y ser constante. No hay otro secreto.
Todo
esto guarda también una estrecha relación con la celulitis, trastorno del que
me informaré más en profundidad para hacer unas recomendaciones de ejercicio
adecuadas, aunque examinando la bibliografía existente no hay demasiado sobre
el tema, ya que si no está relacionada con un sobrepeso excesivo o una
alimentación incorrecta no se suele considerar una patología ya que esta es
algo complejo que la mayoría de las veces no supone más que un problema
estético y no de salud.  Así la comunidad
científica no le da un trato prioritario y la mayoría de tratamientos y
recomendaciones están contaminadas por intereses comerciales.  

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