Se me ha ocurrido escribir esta entrada porque hace poco escuché a alguien decir que bebía el mínimo posible de agua para marcar más los abdominales porque así la piel se le pegaba al músculo. Evidentemente este había oído algo de la fase de secado que hacen los culturistas antes de las competiciones, pero no se había enterado de mucho, ya que esto es mucho más complejo y se basa en el almacenamiento de glucógeno a partir de los hidratos de carbono por parte del músculo y su necesidad de agua. Este chico lo único que estaba consiguiendo era deshidratarse, y por lo tanto poner en peligro su salud.
Cuento esto porque quiero hablar de la importancia de mantener un balance hídrico equilibrado y como la falta de agua afecta al rendimiento. En un estudio llevado a cabo por Judelson et all en 2008 y publicado en el Journal of Applied Physiology vieron que el entrenamiento de resistencia aeróbica en estado de hipohidratación (estado reducido del agua corporal total) tenía efectos perjudiciales sobre la posterior respuesta hormonal . entre estos se encontraban:
- Aumento de la concentración de cortisol.
- Atenuación de la respuesta de la testosterona.
- Alteración del metabolismo de los hidratos de carbono y grasas.
Son muchos los estudios como este que muestran evidencias del efecto negativo de la hipohidratación en ejercicios de resistencia, ahora bien, ¿ Cuál es su efectos sobre el entrenamiento de fuerza, potencia y resistencia de alta intensidad (anaeróbico láctica)? Según otro artículo de los mismos autores citados anteriormente y publicado en Sports Medicine esta atenúa la fuerza en un 2%, la potencia en un 3% y la resistencia de alta intensidad hasta en un 10%.
a todo esto se puede añadir que el consumo de agua acelera el metabolismo y puede aumentarse hasta en un 30% ya que el agua dentro del cuerpo se calienta y este proceso se consumen calorías.
Espero con este artículo que entiendan todos aquellos que trabajan en el gimnasio y que quieren lucir abdominales la importancia de hidratarse bien, y que, exceptuando que seas un culturista de alto nivel y que sepas muy bien lo que haces, reducir el consumo de agua de forma drástica es una maniobra arriesgada que puede tener consecuencias peligrosas.